jueves, 27 de octubre de 2011

Trabajo de Historia Universal

El colonialismo surgió en las primeras fases de la expansión europea, durante los siglos XVI, XVII y XVIII. Las metrópolis que controlaban una serie de territorios, los cuales explotaban económicamente, establecieron contacto con los pueblos autóctonos de la zona a los que les fueron impuestas sus estructuras y formas de vida. Existía el deseo de controlar rutas, lugares estratégicos y crear zonas de influencia, pero no estaba claramente definida la postura de conquista continua y sistematizada.

El imperialismo, a diferencia del colonialismo, tiene fuertes connotaciones nacionalistas: los Estados que lo practicaron buscaban la conquista sistemática de la mayor cantidad de territorios con el fin de llegar a ser potencias de rango mundial. No pretendían tanto la transformación cultural de estas zonas como su control político, económico y militar. Este proceso adquirió nitidez en el último tercio del siglo XIX.

El tránsito del colonialismo tradicional al imperialismo, se produjo en la 1ª mitad del siglo XIX y se vio marcado por la crisis del antiguo colonialismo, debido a la pérdida de las colonias americanas de Gran Bretaña y España, la desaparición de las doctrinas económicas mercantilistas y la lucha por la abolición de la esclavitud. Por el contrario, la expansión continuó durante la 2ª mitad del siglo, fruto de la pretensión de conseguir nuevas áreas de influencia, alentada por la industrialización europea -ávida de nuevos mercados- y el desarrollo técnico y militar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario